Desde que la cosmética y el maquillaje naturales con una ética respetuosa van cogiendo fuerza, la industria de los químicos ha ido haciendo campañas de marketing centradas en determinados aspectos naturales de sus productos, omitiendo el resto de la información.
Así pues, utilizan en sus eslóganes palabras como “natural” o “extractos naturales” y la realidad es que no están mintiendo, sino ocultando el resto de la información. Si un producto lleva como ingrediente natural el extracto de una planta, podrá ser anunciado a bombo y platillo como natural cuando sigue teniendo infinidad de productos químicos y conservantes, algunos de ellos nada respetuosos con la piel.
Sin parabenos, ¿es suficiente?
Algo parecido es lo que sucede con los parabenos. Se trata de unos conservantes artificiales que son utilizados en la industria cosmética y que desde hace unos años han adquirido mala fama, por lo que algunas personas tratan de evitarlos.
Esto ha generado que exista una amplia variedad de productos de cosmética sin parabenos, pero que contienen otros igual o más peligrosos, como por ejemplo la metilisotiazolinona y el fenoxietanol.
El consumidor que no tenga conocimiento de esto continuará cayendo en la trampa publicitaria del producto “sin parabenos” pudiendo poner en riesgo su salud. En contraposición, existen marcas realmente testadas libres de todos estos productos como BioNike, en respuesta a las necesidades de todas las pieles, en especial las más sensibles.